Comedia dramática musical en la que una telefonista se enamora de un joven hiv positivo en Paris. Olivier Ducastel y Jacques Martineau toman el espíritu de los musicales de Jaques Demy. Agregan una trama de enfermedad terminal sólo para estar al día. En todo caso, la estrategia es la misma. En los musicales franceses el choque entre la realidad y la fantasía es mucho más marcado, violento y radical. Pero una no anula la otra. En este caso se podrían omitir la dinámica un poco de telenovela de la trama y algunos números (la cerveza asiática, el plomero). Aun así, la película resuelve de forma realista un par de escenas clave y no hace ninguna concesión en la resolución.