Drama en el que un ex oficial nazi ahora portero de un hotel se reencuentra con una superviviente de campo de concentración en Viena en 1957. Luchino Visconti prendió la mecha con La caduta degli dei (1969) y antes de que el subgénero tome un camino decididamente exploitation, Liliana Cavani da espesor dramático a esta historia de amor sadomasoquista. El planteo de la trama toma el punto de vista de los dos personajes. La presencia del arte, la danza y la música como vías de escape al horror y la elección de Dirk Bogarde y Charlotte Rampling en los roles protagónicos resultan impecables, pero la estructura de flashbacks de la película termina resintiendo el resultado final. El problema es que la historia en el pasado es mucho más fuerte que la del presente y una vez que se agota (en el reencuentro de la pareja) no queda más que una forzada trama de culpa, paranoia y victimización en el presente.