I cannibali (1970)

Drama  en el que una mujer busca enterrar a su hermano muerto en una sociedad totalitaria en la que el estado dispone de los cuerpos en Milano en un futuro cercano. Versión de la tragedia griega Antígona (441 A.C.) de Sófocles. El planteo de ciencia ficción postapocalíptica sólo sirve para hacer una alegoría del fascismo. La película da por sentada una situación extraordinaria nada común y no se preocupa demasiado por la descripción del futuro. Pero entre el poco rango actoral de Britt Ekland, el personaje de Pierre Clementi que se vuelve loco, el juego de persecuciones en la primera parte, una sesión de tortura y el encarcelamiento de la segunda, inevitablemente cae en la sátira inofensiva.