Cuento de terror en el que una enfermera llega a Haití a cuidar de una mujer en estado catatónico y recurre al vudú para tratar de curarla. Jacques Tourneur compone una película de una belleza poética y un romanticismo barroco no exenta de momentos inquietantes. La posición ante los sobrenatural y lo fantástico es de una perturbadora ambigüedad porque siempre es necesaria una manifestación física.