Cuento de terror en el que cinco personas son invitadas a pasar la noche en una casa embrujada por un premio de un millón de dólares en Los Angeles. Remake de House on Haunted Hill (1959). El film pretende ser un festival de terror a ritmo de montaña rusa. Más allá de las dificultades de este planteo, de a ratos lo consigue. El prólogo con quirófanos, dementes y mutilaciones tiene su impacto, lástima que sea demasiado breve. La filmación en blanco y negro de los hechos que obligaron el cierre del manicomio, un entretenido pasaje por un parque de diversiones y una bastante imaginativa alucinación de la protagonista logran animar la función. El film juega con el misterio de las reales motivaciones de los protagonistas y de los alcances del juego en que participan. Pero se sostiene sobre todo en la enérgica dirección de Malone, en la ambientación imponente y en los geniales efectos de maquillaje de KNB en las secuencias de los seis asesinatos. La resolución no es muy inspirada, pero igualmente no desentona.