Tres historias de terror basadas en cuentos de Edgar Allan Poe, tan exuberantes como decadentes.
Metzengerstein (Roger Vadim): El primer episodio, sobre una condesa obsesionada por un primo muerto al que odiaba, es el más flojo.
William Wilson (Louis Malle): El segundo segmento supone una mejora respecto al primero. Recrea el viejo tema del doble desde un punto de vista auténticamente maligno.
Toby Dammit (Federico Fellini): Un actor inglés llega a Roma para filmar una película. El segmento combina un surreal paseo fellinesco con una impresionante secuencia de pesadilla con las calles y rutas vacías. Fellini demuestra la capacidad para articular el mundo exterior e interior del protagonista a partir de la unión de lo extraño y lo cotidiano. Hubiera sido un gran director de cine de terror. Por lejos, el mejor episodio de los tres.