Secuela de Happy Death Day (2017) en la que la estudiante universditaria vuelve a revivir el día de su muerte en el campus de la universidad de North Carolina. La dinámica de la sitcom invade esta secuela no tan inmediata. La única idea atractiva es el desgaste que acusa el rostro de la protagonista al principio que se va yendo. El atractivo de la película se va rápido.