Secuela de The French Connection (1971) en la que el agente americano sigue la ruta de la droga en Marseille. La capacidad de síntesis de John Frankenheimer le permite convertir el furcio Friedkin en una innombrable trilogía de Gene Hackman, junto a The Conversation (1974) y Night Moves (1975), sobre la paranoia y su anticipación. Es el drama del ex, lease del recién llegado al lugar donde se salvó. Al borde de la obscenidad en su interacción con las mujeres, cada tanto necesita una inyección para calmar la impaciencia, pero bien controlada por los desniveles del puerto de Marsella.
