Psycho thriller en el que una mujer recibe en su departamento a tres hombres que la violaron cinco años atrás en Japón. Con un sentido del humor despiadado, una inteligente visualización en off de la violencia, un tono cercano al cuento de hadas y una puesta en escena tan original como fresca, Takashi Ishii redefine el subgénero del thriller de violación y revancha. Con un planteo minimalista (casi toda la acción transcurre en el departamento) y una premisa argumental que recuerda a Ms. 45 (1981) de Abel Ferrara, el film es a su vez es crítico de la posición de la mujer pasiva y pesimista sobre la posibilidad de superar el pasado. De allí que la única forma sea congelar el tiempo y los cuerpos.