Comedia en la que la esposa de un plomero se convierte en modelo de una diseñadora de ropa en New York. En su segunda película como director Howard Hawks ya muestra la sensibilidad para la farsa, con el prólogo y el epílogo ambientados en el jardín del Edén, para la inversión de roles, con los hombres que imitan a las mujeres, para las actuaciones que capturan los gestos de la pareja en la cotidianidad y el retrato del mundo femenino en la importancia del vestido.