Cuento de terror en el que dos arcángeles persiguen a un adolescente que es la reencarnación de Lucifer en un pueblo al norte de New York. LaLoggia realiza una original variante de la temática demoníaca. Al menos en un principio el film toma el tema con ironía, desparpajo y ambigüedad. En este caso el diablo es un aventajado pero tímido estudiante, flaco, de tez blanca y siempre vestido de negro. Su andar sigiloso, disposición corporal y manera de moverse resultan brillantes. Su personaje genera mucha más empatía que el resto de sus compañeros de escuela que escuchan canciones punk new wave en la radio y usan los autos de sus padres.
Fear No Evil es una película ambiciosa (considerando que se trata de una ópera prima producida de forma independiente por un director desconocido), pero no exenta de algunas fallas. El comienzo nos lleva a la época dorada del cine de terror gótico con ese castillo en medio de una isla, la niebla y el enfrentamiento sobrenatural. Pero después el film tiene inconvenientes para ensamblar sus tres líneas narrativas: el retrato del personaje principal y su familia, los segmentos ambientados en la escuela secundaria y los preparativos de los arcángeles para capturarlo. De manera tal que cada una escena brillante, tenemos dos irritantes. El problema es que se termina tomando la historia demasiado en serio, no encuentra el tono de las actuaciones adecuado y abusa de primeros planos innecesarios. La inclusión de canciones de Patti Smith, The Ramones, Talking Heads, Sex Pistols resulta oportuna. Algo de la estética del cómic se cuela en sus mejores momentos. Pese a algunos excesos efectistas propios del cine de la década de 1980, el clímax con una representación de “La pasión” y la resurrección de unos zombis en el cementerio de una isla resulta absolutamente delirante.