eXistenZ (1999)

Cuento de ciencia ficción en el que una diseñadora de juegos de realidad virtual es perseguida por unos terroristas en un futuro cercano en Ontario. Luego del círculo trazado por David Cronenberg desde Shivers (1975) hasta Crash (1996), el director canadiense inicia una búsqueda de nuevos caminos. La pregunta es si se sitúa dentro o fuera del círculo. Los principales cambios o agregados en este caso son un tono más intelectual y reflexivo que visceral o perturbador, un erotismo sutil pero latente en sus imágenes, el dibujo de los personajes y un sentido del humor irónico e inteligente en los diálogos. La película puede verse como el reverso inteligente de The Matrix (1999) ya que no son los humanos los que se adaptan a la máquina sino viceversa y porque todo lo que se explicaba de más allí, acá simplemente se sugiere. Cronenberg mantiene eso sí la imaginería visual orgánica en el diseño de las consolas, los cables y las perforaciones en el cuerpo, la elegancia y ascetismo de la puesta en escena que le da un tono abstracto al relato y las secuencias no aptas para espíritus frágiles como en la que la protagonista se desangra por el cable. El film abriga cierta esperanza sobre el futuro en cuanto a la posibilidad de establecer una conexión profunda con otra persona, más allá de que sea a través de un nuevo orificio en el cuerpo o la intervención de una máquina, y al hecho de que por primera vez su protagonista no queda solo o muerto en el final, aunque queda atrapado en la incertidumbre del juego y la realidad. Pero lo hace sin dejar de lado ciertas críticas sobre la trascendencia sobre la existencia (el nombre de ambos juegos) ya que el estímulo no debe ser externo (penetrar) sino venir del cuerpo y sobre la autorreferencialidad como eje del conflicto (Cronenberg no es un cineasta cinéfilo). Para sus seguidores el film es la confirmación del infinito talento de Cronenberg. Para los iniciados, el mejor y más inteligente cyber thriller disponible.