Documental sobre las investigaciones científicas y las personas que viven en una base norteamericana en la Antártida. Herzog acepta otro encargo para el canal Discovery, en este caso con el auspicio de la National Science Foundation de los Estados Unidos. Sin una línea una línea programática o una misión específica que cumplir (como en otros documentales de Herzog), el film logra dar una idea bastante realista de la vida, el ambiente y los personajes que habitan en este confín del mundo. Luego de una presentación de la base (que Herzog no duda en llamar un feo pueblo minero), la cámara hace las excursiones para documentar el estudio de las focas, los volcanes, los pingüinos, la vida marina bajo el hielo. Sin ser un documental en primera persona, la voz y la figura de Herzog es la que filtra todo el material. Los excéntricos personajes aparecen inevitablemente, pero todos ocupan un lugar más bien marginal en el film. Entre las entrevistas y los paisajes, Herzog encuentra la imagen de un “pingüino loco” que se aleja solo de su grupo y se dirige a una muerte segura.
