Drama en el que una banda de ladrones marginales imita al Gauchito Gil correntino del siglo XIX mientras unos documentalistas los sigue a las afueras de Buenos Aires. Puede entenderse cierta tendencia a la desmesura y el exceso (el despliegue visual es arrollador), incluso las actuaciones poco felices, pero la mirada condescendiente hacia los sectores populares y esos ridículos estudiantes de cine que no hacen nada desmerecen el regreso a la dirección de Ricardo Becher después de casi 40 años.