El bonaerense (2002)

Drama criminal en el que un cerrajero ingresa a la policía bonaerense en una localidad del Gran Buenos Aires. Pablo Trapero sigue apostando por el realismo, ahora con un poco más de medios que en Mundo grúa (1999). El bonaerense nos muestra una realidad que nadie intenta cambiar. En la simpleza de la historia hay que buscar los mayores méritos y los peores defectos de la película. El film es la crónica de una gris existencia de un policía inexperto. Algunas secuencias de entrenamiento y aprendizaje tienen cierto valor revelador. La monotonía sólo se rompe con un poco de cumbia y alguna fiesta. Las escenas de sexo salvaje son una rareza en el cine argentino. El retrato que hace de la policía bonaerense no busca la denuncia contra la corrupción generalizada y el gatillo fácil o las conexiones con el narcotráfico. Lo que podría haber sido una versión criolla de Training Day (2001) se queda en la omisión.