Comedia dramática en la que un joven judío quiere nacionalizarse polaco para emigrar a Europa en Buenos Aires. A partir de la velocidad y la precisión de los diálogos, del retrato de una galería comercial del barrio de Once, de una cámara en constante movimiento y de una historia familiar que va perfilándose de a poco, Burman hace una ágil comedia dramática sobre la actualidad argentina. Si bien Daniel Hendler tiene el mismo papel que en Esperando al mesías (2000), el recurso de la voz en off genera una falsa empatía con facilidad y todo se resume a un conflicto básico de Edipo con el padre odiado/amado, hay que destacar que el film nunca cae en el sentimentalismo porque lo más importante nunca es verbalizado. Afortunadamente los personajes secundarios superan el estereotipo. Estos ingredientes ayudan a darle cierta autenticidad a la propuesta. El film también tiene algunas pequeñas fugas hacia la excentricidad (las corridas del protagonista por las calles, la carrera entre dos grupos en la galería y el primer encuentro con el padre en la calle). Apenas un par de escenas (la entrevista en el consulado de Polonia y el encuentro con la ex novia embarazada) ayudan a perfilar mejor al protagonista. Burman continúa haciendo un cine autorreferencial, pero no del todo personal. Hasta ahora le sale bien.