Dying Young (1991)

Melodrama en el que una muy atractiva enfermera es contratada para cuidar a un enfermo de leucemia a punto de morir a las a fueras de San Francisco. El film tiene la tendencia a remarcar lo obvio, lo fácil y lo previsible. Carece de toda la sensibilidad que una historia de este tipo necesitaría. Joel Schumacher tal vez sea el peor director de Hollywood, aunque hay que reconocer que con los materiales de partida que elige cualquiera lo sería. Lo peor en este caso son las limitaciones de un romance carente de toda la emotividad que la resolución busca y la falta de corporalidad para expresar el deseo sexual del protagonista. Al menos el final escapa a la gran tragedia, pero igualmente es pésimo.