Musical de terror que hace una versión de la novela de Bram Stoker adaptada al ballet con estética de cine mudo. Maddin persiste en su búsqueda de los medios de expresión y las formas del pasado para enriquecer su obra y el presente. La combinación de música clásica, el baile de los actores, una historia inmortal y la belleza del conjunto hacen que el ritmo no decaiga en ningún momento.