Drama erótico en la que una mujer de París cree que es la reencarnación del legendario amante Don Juan. En Vadim siempre hay un evidente desfasaje entre la forma y el contenido. A veces sus temas son atractivos, pero la búsqueda de la verdad siempre es artificiosa una vez que utiliza formas tan anticuadas. Y cada vez que trabaja con Brigitte Bardot el índice de estupidez de sus historias se acrecienta y los personajes parecen salidos del peor folletín o telenovela.