Drama en el que un periodista conoce a una actriz en decadencia adicta a las drogas en Munich en 1955. Con una esplendorosa fotografía en blanco y negro, un rabioso montaje de estética pop y un constante juego de representación, Fassbinder bordea el thriller, el gótico y el terror. Pero la resolución cruel y devastadora no hace concesiones a los géneros y muestra al suicidio como una forma de abuso.
