Thriller en el que un marido manda a matar a su esposa adúltera para quedarse con la herencia en Londres. Adaptación de la obra teatral de Frederick Knott. El esquema teatral de un único decorado y abundantes diálogos es rápidamente olvidado por la obsesión por el detalle de Alfred Hitchcock. El film no es tan inquietante o shoqueante como otros de sus thrillers porque mantiene cierta ironía o burla hacia los flemáticos ingleses.