Comedia dramática en la que una drogadicta embarazada es objeto de disputa de grupos pro y anti abortistas en Omaha, Nebraska. Si bien las intenciones satíricas resultan demasiado evidentes, el tema en ningún momento puede tomarse en serio y los personajes están siempre al borde de la caricatura. Payne sale airoso porque no victimiza a la protagonista, por momentos crea una sensación de pesadilla y el humor tiene algo de imprevisible. La habilidad para el gag visual la podemos observar en la primera parte filmada desde el punto de vista subjetivo de la protagonista y en el plano general de la multitud que espera en la puerta de la casa ante la respuesta de la protagonista. Una habilidad que ya quisieran tener Neil LaButte o Todd Solondz.