Céline et Julie vont en bateau (1974)

Comedia fantástica en la que dos chicas se hacen amigas en Paris e investigan una misteriosa casa en la que una de ellas trabaja como enfermera. A partir de una duración poco habitual (más de tres horas) para lo que quiere contar, del lugar que deja para la improvisación de las actrices, del contraste entre los dos espacios de la historia y de los violentos saltos temporales, Jacques Rivette crea un nuevo espacio de ficción. En la parte final, cuando las dos protagonistas se meten juntas a la casa en la que sucede una especie de extraño teleteatro, se altera el orden de las escenas y todo sale mal, estamos en presencia de una de las secuencias más extrañas de la historia del cine.