Cela s’appelle l’aurore (1956)

Melodrama en el que un médico casado conoce a una viuda en la isla de Córcega. Adaptación de la novela de Emmanuel Roblès. Buñuel vuelve a realizar un film en Francia después de 25 años. Si bien la película arranca de forma sugerente (esa mujer deambulando por la ciudad) y tiene algunos de sus temas habituales (los marginados, el parasitismo) no tarda en encerrarse en una historia de amor desangelada y unos conflictos ajenos al protagonista (el agricultor que le quitan la casa) que dejan sabor a nada.