Thriller en el que dos hermanos ayudan al abuelo en un trabajo como detective y descubren una banda de contrabandistas en Los Angeles. Craven se recicla en un producto para niños. El apuro televisivo en la realización y los villanos de cartón son indisimulables. La puesta en escena no puede colar nada en 45 minutos. El film tal vez sea el piloto de una serie que no prosperó.