Drama en el que un hombre de negocios mata a una prostituta en Munich. La película se compone de escenas levemente conectadas, antes y después de la tragedia. Es el primer film de Bergman hablado en alemán y hay un humor subterráneo de fondo y algo de potencias de lo falso. Pero los segmentos terminan lateralizando demasiado la historia. Y la falta de conexión con el exterior (todas las escenas transcurren en interiores, no hay transiciones en exteriores) termina enterrando al film. Es una lástima porque la relación de amor de la pareja protagonista (siguen juntos porque no quieren madurar), el bellísimo primer plano de ella cuando la presenta y la escena en que se levantan a la madrugada prometían.