Ararat (2002)

Drama en el que se filma una película canadiense sobre el Holocausto armenio de 1915 en Turquía. Egoyan sigue mostrando su habilidad para manejar gran cantidad de personajes, historias y temporalidades (un joven asistente que vuelve de Turquía con el film, su madre profesora de arte, un inspector de aduanas a punto de retirarse, un director veterano y un guionista inexperto que no dudan en hacer cambios a la Historia, la hermanastra del protagonista que odia a su madre y un actor de origen turco que niega lo ocurrido) y para articular distintos conflictos en el film: el compromiso con la Historia, la obligación del artista, los dramas y celos familiares. Como casi todo su cine el resultado es una rareza. No es el típico film sobre una filmación, un testimonio histórico o un melodrama familiar, aunque tenga elementos de estas tipologías. La narración no lineal y las constantes idas y venidas en el tiempo y el espacio acentúan la sensación de incertidumbre. El film, sin hacer una denuncia fácil y obvia, plantea el debate sobre la memoria del pasado y las repercusiones del presente. Hay una escena particularmente intensa cuando Elias Koteas le dice al protagonista que a “nadie le importa”. Las escenas de muertes y ejecuciones quedan en segundo plano, pero no totalmente olvidadas (la quema de mujeres y la violación de la hija). En la resolución el compromiso de la juventud queda en la duda del contenido de las latas de la película.