Angel-A (2005)

Comedia romántica en la que un estafador repleto de deudas conoce un ángel que lo ayuda en Paris. Luego de convertirse en el productor más grasa de todo el cine europeo, Besson vuelve a la dirección con una fábula inocua que busca complicidad en el espectador. El sustento fantasioso de la historia es un rancio cliché, la historia amor, artificial y la policial, inexistente. Si sus películas anteriores tenían algunas esporádicas, discutibles virtudes ahora decididamente no pueden aparecer por ningún lado. La fotografía blanco negro es un mal chiste a la nouvelle vague. El papel de la mujer alcanza cotas deleznables. El montaje interrumpe todos los planos que de por sí ya carecen de todo sustento. Los diálogos redundan en la más torpe demagogia. Los chistes reaccionarios resultan indisimulables. Y la condescendencia hacia los personajes ya es abismal. La película lo único que muestra son dificultades motrices para expresar los simple, concreto. En todo caso lo único a favor que se puede decir es que la película es consecuente con sus formas. Luc Besson es uno de los personajes más nefastos del cine contemporáneo que fomenta la independencia artística y financiera de sus proyectos. Ni vale la pena mencionar a los otros.