A Prairie Home Companion (2006)

Comedia dramática musical en la que un programa de radio de variedades hace su último show en Minnesota. Finalmente el film póstumo de Robert Altman es uno de los más distendidos, amables y nostálgicos de su carrera (tal vez como sabedor del destino que se acercaba). Lo mejor de la película son las pinceladas que aportan los diálogos, el dibujo de los personajes y las actuaciones, que permiten disfrutar del film aunque sea sólo de a ratos. Es que la progresión narrativa es tan nula que ni a los personajes les interesa lo que está pasando, la descolorida fotografía de video digital oscura no levanta y el toque mágico (con la presencia de un fantasma) sólo es decorativo. Al menos podemos disfrutar de la caracterización de Kevin Kline como una caricatura del detective del film noir, de la vivacidad de Lindsay Lohan que demuestra que Altman siempre estuvo atento a los nuevos talentos y de los chistes malos del dúo de cowboys conformado por Woody Harrelson y John C. Reilly. A Prairie Home Companion sigue dando la sensación de que Altman tiró la toalla hace mucho tiempo, desde Prêt-à-Porter (1994). Pero no deja de ser una digna despedida de un director a veces sobrevaluado que, sin embargo, nunca se tomó demasiado en serio a sí mismo.