Cuarto parte de The Face of Fu Manchu (1965) en la que el super villano chino, recluido en la selva del Amazonas, manda mujeres hipnotizadas para matar a los líderes políticos del mundo. Sólo Jess Franco es capaz de poner en imágenes semejante historia (ninjas que usan computadoras, Christopher Lee que cambia de vestuario en cada escena, mujeres de todas las razas secuestradas en ropa interior) como si fuera lo más normal del mundo. El film tiene un sabor pulp, una decena de personajes con actitud y una excentricidad constante hacen que lo hacen irresistible.