Cuatro historias de terror unificadas por un psiquiatra que investiga casos de locura en un manicomio de Londres. De los cuatro segmentos (un chico con un tigre como amigo imaginario, un cuadro que cambia las caras de sus personajes, un tronco viejo con vida propia y un escritor que hace un ritual vudú), sólo el primero genera algo de inquietud por la presencia de “algo” en la casa. El resto no maneja del todo bien el sentido del humor involuntario.