Serial en el que dos compañías de teatro ensayan unas obras de Esquilo mientras una joven y un ladrón investigan por separado la existencia de una sociedad secreta en Paris. Rivette lleva al límite la improvisación de los actores, las técnicas del cine guerrilla y la duración de la película (trece horas) en busca de un misterio que se crea tan fácil como se evapora. Si pueden encontrarse interpretaciones sobre el doble espejo de la imagen que abre universos infinitos, sobre la contracultura que se destruye desde adentro o sobre la permanencia del arte en la sociedad de consumo es porque el film está abierto a todas esas posibilidades.