Thriller en el que un ingeniero desempleado se cansa de todo y se lanza a impartir justicia por mano propia a lo largo de un día en Los Angeles. El film presenta atractivos temas como el consumismo y la intolerancia, y personajes con posibilidades como los inmigrantes, los delincuentes o los millonarios. Pero es consciente del origen que parte y opta por el tono de comedia negra. La psicopatía del protagonista es presentada de forma funcional, pero en el fondo inofensiva. Y la historia paralela del policía a punto de retirarse (Robert Duvall) sólo está para justificar el status de película de Hollywood.