Drama en el que un grupo de amigos adolescentes gay (cuatro chicos y dos chicas) se sienten “totalmente hechos mierda” en Los Angeles. Primera parte de la trilogía del Apocalipsis de Araki. Ni las evidentes referencias a Godard (el uso de los intertítulos), ni el retrato de la alienación y la angustia de la juventud de la década de 1990 o la postura sobre el suicidio adolescente pueden sacar al producto del ostracismo. En este caso la negación de la narración le quita el tono irónico o provocativo al tema. Al menos el estilo visual de Araki es más elaborado que en sus anteriores films, con esa extraña mezcla de colores y encierro, y la resolución no es manipuladora porque la primera imagen ya la anticipa.