Drama en el que una reina viuda se enamora de un poeta anarquista que intenta asesinarla en un país de Europa. Cocteau se aleja de los universos fantásticos y la sospecha de que su talento como cineasta es limitado se confirma. La puesta en escena es rutinaria y poco imaginativa. Los principales problemas son que la obra teatral de origen es poco propicia para el cine (el conflicto se desata por la presencia del actor) y que le falta de un poco de ironía para contraponer, el vestuario, las actuaciones y el drama un tanto artificiales.