Thriller en el que un actor desempleado se muda a un departamento de un amigo en Los Angeles y observa a una vecina que está a punto de ser asesinada. La primera parte es un De Palma en completo uso de sus facultades con la referencia hitchcoiana y la excelente secuencia de persecución en la galería y la playa. Después, la trama delirante con pasaje por la industria del cine porno incluida y la resolución en la que se confunde realidad y ficción, no es tan convincente.
Brian De Palma riza el rizo con sus thrillers voyeurísticos de inspiración hitchcoiana. Pero el personaje protagonista tiene muy poco para ofrecer más que una torpe victimización que ocupa buena parte del largo prólogo del film hasta llegar a la trama policial. Concluida la gran secuencia de seguimiento, persecución y asesinato (que dura 35 minutos) el film tiene mucho menos que ofrecer. Una especie de video clip con el tema Relax de Frankie Goes to Hollywood, Melanie Griffith como actriz porno y un clímax muy poco elaborado no pueden levantar el ritmo de la segunda parte.