Comedia romántica en la que una joven a punto de cumplir los treinta años busca desesperadamente el amor en Colonia, Alemania. Al cine de Dörrie cuesta descifrarlo. Momentos de auténtica belleza siguen a otros del más rancio estereotipo. En esta película parece ponerse más seria y pretensiosa. Si bien Maria Schrader hace un gran trabajo como protagonista y la necesidad de creer es oportuna, el personaje del vecino vidente negro gay no ayuda en nada así como el uso reiterado de la canción Non, je ne regrette rien.