Comedia en la que un escritor de comerciales para la televisión consigue que una actriz de Hollywood promocione un lápiz labial en New York. Tashlin pone de manifiesto en este film todas sus intenciones satíricas. Pero la sátira no se limita a los comerciales de televisión (cosa que sería muy fácil), sino que se extiende al trabajo, el culto de las celebridades, el consumismo y el éxito en la sociedad. De allí que su film se vuelva tan cruel como atemporal. Y que aparezcan ideas de todo tipo. Desde la escena de créditos en el que el protagonista toca el tema habitual de presentación de la 20th Century Fox, la interrupción a mitad de la película para los espectadores acostumbrados a la televisión o las delirantes escenas en las que el protagonista recibe las llevas para el baño de la oficina, similares a las comparaciones de tarjetas de los yuppies de American Psycho (2000).