Thriller en el que una asesina serial en auto busca venganza contra un grupo de personas a las afueras de Paris. Más allá del bajo presupuesto y de la mínima premisa argumental, siempre hay algo atractivo en la rareza y extrañeza de los films de Rollin, aun en los más flojos. La película sigue la misma línea que Les trottoirs de Bangkok (1984), con una protagonista asiática y una simple historia de acción, la única diferencia es que esta tiene algunas escenas filmadas en New York. En las secuencias de asesinatos se nota la falta de presupuesto: los disparos son flojos y las muertes sosas.