Drama en el que una mujer vive en una posta del desierto a merced de los indios en Argentina en el siglo XIX. Más allá de algunas noches americanas precarias y de algunos extraños virajes al verde, la fotografía en colores de Humberto Peruzzi luce en cada plano. Demare sigue mostrando su filiación por el western y el cine de espectáculo. La banda sonora de su hermano Lucio Demare sigue la misma tónica. Hugo Del Carril encabeza los créditos pero no está más de 20 minutos en pantalla. El problema es que los personajes carecen de entidad y la película se vuelve monótona.