Thriller en el que un grupo de científicos hace experimentos en una base submarina y se enfrentan a tres tiburones super inteligentes en el Océano Pacífico. El film está resuelto más como una película de acción que como una monster movie. El énfasis está puesto en las situaciones, no en la ambientación. Los tiburones super inteligentes atacan en grupos, reconocen las armas y hasta son capaces de accionar hornos. Pese a que hay un principio de reflexión sobre la residencia de la monstruosidad (tiburones humanos) y los límites de la manipulación científica, no hay que esperar mucha profundidad en el análisis. Los estereotipados personajes no molestan porque la ausencia de estrellas en el reparto hace que no se sepa quién va a morir primero. Y de apoco las secuencias de acción van acumulando momentos de tensión y emoción. Los ataques repentinos en el que las víctimas son tragadas enteras son similares a los de Lake Placid (1999). Deep Blue Sea es un entretenido film de serie B, tan espectacular como vacío.