Drama en el que un obrero se une a una organización terrorista de izquierda en Buenos Aires. ¿Qué es esto? ¿Una película política de Vieyra comprometida? Tal cual, comprometida con la más repugnante ideología que podría imaginarse. El protagonista termina siendo la inocente víctima de unos pérfidos militantes comunistas. El aviso de desconfianza “están en todos lados” parece sacado de la más ridícula paranoia americana.