Comedia dramática en la que una familia viaja en una camioneta para la boda de unos parientes en Misiones. Trapero sacrifica todo (la historia, el guión, los diálogos, el género) en pos de ciertos rasgos de autenticidad de los personajes y las situaciones. Pero el problema del film es que parte de los estereotipos. Entonces da la impresión de que no gana nada con ese sacrificio. Hay una búsqueda estética algo deudora del cine de Lucrecia Martel en cuanto a los colores de la fotografía, los planos muy cerrados y la sensación de claustrofobia. Pero nunca puede conciliar las emociones de los personajes con el desarrollo de la historia. Es como si estuvieran dos películas diferentes. Así, quedan muy desdibujados los problemas de infidelidad, los amores adolescentes y el concepto de familia en sí. Tal vez si hubiera profundizado la dinámica tragicómica del todo sale mal, podría haber sacado más provecho del material. Si en algún momento Trapero fue una de las esperanzas del cine argentino, ya no lo será más.