Comedia dramática en la que dos empleados de transporte sacan un tranvía que va a ser desmantelado para un último viaje en la ciudad de México. Si bien la historia es sólo una anécdota, el tono no pasa de lo picaresco y los personajes tienen poco vuelo, Buñuel saca provecho de la burocracia del sistema, de la relación afectiva de los objetos y de los excéntricos pasajeros.