Melodrama en el que una cantante lírica ayuda a un pianista que perdió la memoria durante la segunda guerra mundial en Londres. Fisher tiene poco margen de maniobra con un guión que inserta una canción cada cinco minutos, con la amnesia como mero requisito de la trama, con el amor casto, pudoroso y piadoso de la pareja y con los apenas 58 minutos de duración. Sólo nos deja los bellos primeros planos de la protagonista cuando el pianista entra a la sala de operación y la resolución abierta.