Comedia erótica en la que una jueza de un pueblo de Veneto tiene una hermana gemela que trabaja como estrella porno en Roma. El film permite disfrutar de Edwige Fenech en plenitud de formas para interpretar un papel dual. El resto de los equívocos y de los enredos es tan previsible que hasta se extraña el tono satírico de All’onorevole piacciono le donne (1972).