Drama en el que un estudiante de secundario cuida de un militar retirado ciego en New Hampshire durante un fin de semana. Nueva versión de la novela Il buio e il miele (1969) de Giovanni Arpino. La película sólo es un one man show. El personaje del ciego está pensado únicamente para el lucimiento de Pacino. Pero para eso invierte nada menos que 155 minutos. El resto se completa con la moralina bastarda propia de Hollywood con la que Martin Brest se siente tan cómodo. El film tiene uno de los finales más ridículos y vergonzosos del cine de la década de 1990.