Secuela de Der Himmel über Berlin (1987) en la que un ángel baja a la Tierra y tiene problemas para adaptarse en Berlin. Entre el comienzo desconcertante pero abúlico, entre los diálogos y los pensamientos trascendentales y una historia que no termina de perfilarse, entre la fábula inocente y el sarcasmo ácido, el film es un hueso duro de roer que ni la inventiva visual de Wenders puede salvar.