Secuela de Zombi 2 (1979) en la que un grupo de científicos americanos libera un virus que transforma a las personas en zombis en una isla de las Filipinas. La película está acreditada a Fulci, pero Bruno Mattei filmó la mayoría de las escenas. Los problemas de producción se dejan ver en la falta de identidad visual y de una mínima coherencia narrativa. En un momento en que los zombis estaban al borde de entrar al mainstream, esta secuela sin gracia plagia a todos los films de muertos vivientes, especialmente a los de Romero, pero también a The Return of the Living Dead (1985). Aun así, el film es disfrutable a su pesar. Los zombis por momentos son lentos y luego parecen karatecas orientales. Y la increíble escena de la cabeza voladora vale toda la función.