Comedia policial en la que un detective de Los Angeles acepta un caso de chantaje de un empresario en Portland. El hijo de Larry Kasdan debuta en la dirección con los vicios de joven guionista que pueden resultar simpáticos para cierto público, pero que por lo general desmerecen a un producto. Por empezar, el realismo no aparece por ningún rincón: la superposición de géneros no cuadra en ningún esquema, la pésima utilización de la voz en off, los flashback y el protagonista siempre al borde de la excentricidad y el despropósito. Después, la previsibilidad del uso de la música extradiegética, hay un travelling por debajo de la mesa durante una charla y la historia de amor carece de nervio y pasión, todos recursos que acercan al terreno televisivo. La historia está más ilustrada y explicada que vivida y visualizada. Eso sí, uno de los parámetros para los directores nóveles es el personaje femenino y Jake Kasdan lo aprueba. Pese a que se estrenó en los cines en Estados Unidos, Zero Effect no es ni más ni menos lo que Kasdan terminó haciendo en The TV Set (2006), el piloto de una serie de televisión no realizada.